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Continuaremos para ver el quinto par, el nervio trigémino. Es el nervio más grande y por supuesto el más complejo de los pares craneales. Su nombre se debe a que tiene tres grandes ramas: la oftálmica, la maxilar y la mandibular. Las principales funciones del trigémino son dar inervación sensitiva a la cara, a la cavidad nasal y a la cavidad oral; además da inervación motora a los músculos de la masticación.
Como vimos en la última sección, el trigémino sale del puente y pasa hacia adelante. Para seguirlo iremos a una disección anterior que ya hemos visto. El trigémino discurre desde el puente dentro de un túnel en la duramadre. Este túnel llega a una cavidad lateral, la cavidad del trigémino que veremos expuesta al quitar la capa de duramadre.
Aquí está el tronco del nervio. Estas son sus tres ramas: la oftálmica, la maxilar y la mandibular. Todas las fibras sensitivas del trigémino hacen sinapsis en este gran ganglio, el ganglio del trigémino. En relación con el cráneo, el ganglio iría acá.
Las aberturas para las ramas del nervio son la fisura orbitaria superior para el oftálmico, el agujero redondo para el maxilar y el agujero oval para el mandibular.