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Por último, vamos a ver la piel del pie. En el dorso del pie, la piel es delgada y móvil . En la cara plantar la piel está notablemente engrosada, especialmente en las áreas de soporte de peso. Hay un generoso acolchado de grasa en la planta del pie, sobre todo en el talón.
La piel de la planta del pie está anclada a los tejidos más profundos mediante numerosos filamentos firmes de tejido fibroso. Estos filamentos nacen en el hueso subyacente y la aponeurosis plantar; y pasan a través de la grasa, hacia la hipodermis, manteniendo firmemente en su lugar, la piel que sostiene el peso.