(2.31)
Ahora que hemos seguido el curso de los espermatozoides y el fluido seminal desde el testículo hasta el conducto eyaculatorio, veremos el pene. El pene es mucho más de lo que se aprecia a simple vista. La parte del pene que se ve externamente es solamente la mitad de toda su longitud. El resto está escondido dentro de la raíz del escroto, y aquí en el periné.
A lo largo de casi toda su longitud, el pene, que se ve aquí en un corte transversal, consiste en 3 especies de masas cilíndricas de tejido altamente expandible. A cada lado encontramos los cuerpos cavernosos.
Los cuerpos cavernosos son los principales cuerpos erectores del pene. Están contenidos en una fuerte capa de tejido fibroso, la túnica albugínea. Dentro de ella hay un especio continuo, intersecado por una amplia red de tejido fibromuscular. El espacio se llena con sangre: un poco cuando el pene esta flácido, mucho más cuando está erecto.
Los dos cuerpos cavernosos están separados por un septo incompleto. Corriendo a lo largo de la superficie inferior del pene está el cuerpo esponjoso que proximalmente se continúa con el bulbo del pene, y distalmente con el glande, como lo veremos.
La uretra está contenida en el cuerpo esponjoso. Al igual que el cuerpo cavernoso, el cuerpo esponjoso está compuesto principalmente por tejido vascular expandible, pero permanece blando durante la erección, mientas los cuerpos cavernosos se vuelven duros.
En el pene intacto, el glande está cubierto por un forro retráctil de piel, el prepucio que frecuentemente se remueve quirúrgicamente en la infancia. Aquí, el prepucio se ha dividido. La piel que alinea el prepucio es continua con la piel del glande aquí, en el surco coronal. Podemos ver el glande más claramente en este pene que ha sido circuncidado. Este es ...
(2.31)
Ahora que hemos seguido el curso de los espermatozoides y el fluido seminal desde el testículo hasta el conducto eyaculatorio, veremos el pene. El pene es mucho más de lo que se aprecia a simple vista. La parte del pene que se ve externamente es solamente la mitad de toda su longitud. El resto está escondido dentro de la raíz del escroto, y aquí en el periné.
A lo largo de casi toda su longitud, el pene, que se ve aquí en un corte transversal, consiste en 3 especies de masas cilíndricas de tejido altamente expandible. A cada lado encontramos los cuerpos cavernosos.
Los cuerpos cavernosos son los principales cuerpos erectores del pene. Están contenidos en una fuerte capa de tejido fibroso, la túnica albugínea. Dentro de ella hay un especio continuo, intersecado por una amplia red de tejido fibromuscular. El espacio se llena con sangre: un poco cuando el pene esta flácido, mucho más cuando está erecto.
Los dos cuerpos cavernosos están separados por un septo incompleto. Corriendo a lo largo de la superficie inferior del pene está el cuerpo esponjoso que proximalmente se continúa con el bulbo del pene, y distalmente con el glande, como lo veremos.
La uretra está contenida en el cuerpo esponjoso. Al igual que el cuerpo cavernoso, el cuerpo esponjoso está compuesto principalmente por tejido vascular expandible, pero permanece blando durante la erección, mientas los cuerpos cavernosos se vuelven duros.
En el pene intacto, el glande está cubierto por un forro retráctil de piel, el prepucio que frecuentemente se remueve quirúrgicamente en la infancia. Aquí, el prepucio se ha dividido. La piel que alinea el prepucio es continua con la piel del glande aquí, en el surco coronal. Podemos ver el glande más claramente en este pene que ha sido circuncidado. Este es el glande.
Para ver su continuidad con el cuerpo esponjoso, retiraremos la piel y el tejido subcutáneo. Aquí esta el cuerpo cavernoso derecho y el cuerpo esponjoso. El cuerpo esponjoso se hace continuo con el glande aquí. Los dos cuerpos cavernosos terminan directamente, justo detrás del glande.