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Ahora veremos las capas de tejido que le dan una cobertura de protección al cerebro y mantienen su ambiente líquido especial. Estas tres capas: la duramadre, la aracnoides y la piamadre se denominan meninges. Ya hemos visto desde adentro la duramadre.
Para ver las dos capas más profundas, la aracnoides y la piamadre, necesitamos añadir el cerebro a la imagen. Estamos mirando el hemisferio cerebral derecho. Los vasos sanguíneos en la superficie han sido inyectados con látex rojo. La superficie del cerebro es plena de pliegues. Los pliegues hacia afuera se llaman giros y los pliegues hacia adentro se llaman surcos.
La piamadre es tan delgada que casi no se puede observar. Es la superficie brillante que vemos aquí. Para ver la extensión de la piamadre miraremos un corte frontal. Aquí vemos un surco típico, cada uno tiene vasos sanguíneos que reposan fuera de la piamadre. Cada vaso que entra al cerebro lleva con el una vaina de piamadre.
Ahora agreguemos la aracnoides a la imagen. Esta es la aracnoides, es una membrana delicada y transparente. Aquí está la aracnoides otra vez A diferencia de la piamadre, la aracnoides no se extiende dentro del surco, solo pasa de un giro a otro. En este espécimen el espacio subaracnoideo está vacío. Estamos inyectando agua para llenarlo.
En la mayor parte del cerebro el espacio subaracnoideo es estrecho, pero en unos pocos es amplio, especialmente debajo del cerebelo, aquí encima del cerebelo y en frente de la parte superior del tronco cerebral. Estos espacios se llaman cisternas.
Afuera de la aracnoides se encuentra la duramadre, la sumaremos a la imagen. La duramadre es una capa mucho más resistente que la pía o la aracnoides. La duramadre casi no tiene inserciones en la aracnoides. La duramadre puede ser separada del hueso pero normalmente está estrechamente unida a él.
Ahora añadiremos el resto de duramadre a la imagen. Esta es la duramadre intacta. Estas ramas son de la arteria meníngea media que recorren el espesor de la duramadre.
Para mirar las aberturas de la duramadre tendremos que mirar desde adentro un cráneo vacío. Los vasos y nervios que entran y salen de la bóveda craneana pasan a través de los orificios de la duramadre. En cada orificio se forma un túnel alrededor del nervio o el vaso, por una corta distancia.
Es típico que un nervio o un vaso sanguíneo, pasen por debajo de la duramadre entre su orificio y el orificio en el hueso, por eso es común que los orificios encontrados en la duramadre y el hueso no correspondan. La diferencia entre los orificios del hueso y de la duramadre se ve especialmente marcada aquí en la fosa craneal media.
Como vimos en el video anterior, el hueso en esta parte tiene muchas aberturas, en contraste con la duramadre que no tiene orificios en esta parte. Los orificios correspondientes en la duramadre se encuentran aquí arriba o aquí abajo.