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Antes de continuar, necesitamos retomar algo que dejamos sin acabar en la sección previa: entender el hueso etmoides. Hemos visto varias partes del hueso etmoides, pero hasta ahora hemos aplazado verlo completo.

Lo haremos ahora, luego regresaremos y veremos las aberturas de los senos paranasales. El hueso etmoides es una frágil coalición de partes. La mejor manera de verlo completo es volver atrás al cráneo que esta dividido en un plano frontal.

Todo esto es el hueso etmoides. Esta parte, la placa perpendicular del etmoides forma una gran parte del septo nasal óseo. Esta proyección superior es el comienzo de la crista galli, que se levanta en el piso de la fosa craneal anterior.

A cada lado de la crista galli están las láminas cribiformes. Ya hemos visto las láminas cribiformes desde arriba y desde abajo. La parte más lateral del hueso etmoides es esta capa delgada, la lámina papirácea, que forma esta parte de la pared medial de la órbita.

Como ya hemos visto, entre la lámina papirácea y la parte superior de la cavidad nasal están las celdas aéreas etmoidales. Los cornetes superior y medio también son parte del hueso etmoides. El hueso etmoides está unido al hueso frontal por encima, al maxilar por debajo, y a la parte central del hueso esfenoides por detrás.