(2.53)
Los grandes huesos de la cara que rodean la cavidad nasal – el hueso frontal, el maxilar, el esfenoides y el hueso etmoides- son más o menos huecos. Los espacios huecos en estos huesos contienen los senos paranasales, los cuales en el cuerpo vivo y sano están llenos de aire. Todos los senos paranasales se comunican con la cavidad o fosa nasal.
Para ver las cavidades de los senos, veremos un cráneo en el cual parte del recubrimiento óseo de los senos ha sido retirado. Aquí está la cavidad para el seno frontal derecho. También hay uno izquierdo, al otro lado de esta división.
El seno frontal se extiende hacia arriba, detrás de la parte baja de la frente, y también en una extensión variable hacia atrás entre el techo de la órbita y el piso de la fosa craneal anterior. Aquí está la cavidad para el seno maxilar derecho, también conocido como el antro maxilar.
Hacia atrás se extiende hacia el área del maxilar que limita la fisura pterigo-maxilar. Se extiende hacia abajo casi hasta la raíz del molar y premolar superiores. La pared medial del seno maxilar es también la pared lateral de la cavidad nasal. Su techo forma gran parte del piso de la órbita.
Los senos esfenoidales ocupan la parte central del hueso esfenoides.
Esta abertura ha sido hecha para mostrar el seno esfenoidal derecho. Para verlo mejor veremos un cráneo dividido en la línea media. Aquí está de nuevo el seno esfenoidal derecho.
Encima del seno esfenoidal está el piso de la fosa craneal anterior, y la silla turca. Detrás está la parte basilar del hueso occipital. Al frente de éste, está la parte alta de la cavidad nasal. Por debajo de éste, está el techo de la nasofaringe.
Finalmente, iremos al frente, para ...
(2.53)
Los grandes huesos de la cara que rodean la cavidad nasal – el hueso frontal, el maxilar, el esfenoides y el hueso etmoides- son más o menos huecos. Los espacios huecos en estos huesos contienen los senos paranasales, los cuales en el cuerpo vivo y sano están llenos de aire. Todos los senos paranasales se comunican con la cavidad o fosa nasal.
Para ver las cavidades de los senos, veremos un cráneo en el cual parte del recubrimiento óseo de los senos ha sido retirado. Aquí está la cavidad para el seno frontal derecho. También hay uno izquierdo, al otro lado de esta división.
El seno frontal se extiende hacia arriba, detrás de la parte baja de la frente, y también en una extensión variable hacia atrás entre el techo de la órbita y el piso de la fosa craneal anterior. Aquí está la cavidad para el seno maxilar derecho, también conocido como el antro maxilar.
Hacia atrás se extiende hacia el área del maxilar que limita la fisura pterigo-maxilar. Se extiende hacia abajo casi hasta la raíz del molar y premolar superiores. La pared medial del seno maxilar es también la pared lateral de la cavidad nasal. Su techo forma gran parte del piso de la órbita.
Los senos esfenoidales ocupan la parte central del hueso esfenoides.
Esta abertura ha sido hecha para mostrar el seno esfenoidal derecho. Para verlo mejor veremos un cráneo dividido en la línea media. Aquí está de nuevo el seno esfenoidal derecho.
Encima del seno esfenoidal está el piso de la fosa craneal anterior, y la silla turca. Detrás está la parte basilar del hueso occipital. Al frente de éste, está la parte alta de la cavidad nasal. Por debajo de éste, está el techo de la nasofaringe.
Finalmente, iremos al frente, para mirar la colección de pequeñas cavidades que contienen las celdas aéreas etmoidales, colectivamente llamadas seno etmoidal. Se extiende desde atrás del conducto nasolagrimal, hacia atrás a lo largo de la pared medial de la órbita. Como ya hemos visto, las celdas aéreas etmoidales están entre la pared medial de la órbita, y la pared lateral de la parte más alta de la cavidad nasal.