(3.11)
Ya que hemos visto la forma del esqueleto de la cara y las partes del cráneo, con las que se conecta, observemos los huesos faciales individualmente y veamos cómo cada uno de ellos contribuye a las características que hemos visto. Miraremos primero los cinco huesos faciales más grandes. Estos son el hueso frontal, el hueso cigomático, el hueso maxilar, el hueso esfenoides, y el hueso etmoides.
El hueso frontal es un hueso muy grande. La parte más baja del hueso frontal forma el comienzo de la raíz de la nariz, la parte superior del margen orbital, una pequeña parte de la fosa temporal, y gran parte del techo de la órbita.
El hueso frontal también forma la mayor parte del piso de la fosa craneal anterior. La parte del hueso frontal cerca de la línea media es hueca. Este espacio hueco es el seno frontal, uno de los senos paranasales, que miraremos en breve. Ahora observaremos el hueso cigomático.
El hueso cigomático constituye la prominencia ósea de la mejilla. También forma la región ínfero-lateral del margen orbitario y esta parte de la pared lateral orbital. El hueso cigomático se extiende hacia atrás uniéndose con la apófisis cigomática del hueso temporal, formando el arco cigomático. Ahora iremos hacia adelante y miraremos el maxilar.
Aquí está el maxilar. El maxilar derecho e izquierdo se unen en la línea media. Cada lado del maxilar constituye la parte medial más inferior del margen orbital, y casi todo el piso de la órbita. El maxilar sostiene los dientes superiores. Sobre la parte inferior forma gran parte del paladar duro.
El maxilar es hueco. Contiene el más grande de los senos paranasales, el seno maxilar. Para ver la parte posterior del maxilar, retiraremos el arco de cigomático. Aquí está la parte posterior hueca del maxilar. ...
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Ya que hemos visto la forma del esqueleto de la cara y las partes del cráneo, con las que se conecta, observemos los huesos faciales individualmente y veamos cómo cada uno de ellos contribuye a las características que hemos visto. Miraremos primero los cinco huesos faciales más grandes. Estos son el hueso frontal, el hueso cigomático, el hueso maxilar, el hueso esfenoides, y el hueso etmoides.
El hueso frontal es un hueso muy grande. La parte más baja del hueso frontal forma el comienzo de la raíz de la nariz, la parte superior del margen orbital, una pequeña parte de la fosa temporal, y gran parte del techo de la órbita.
El hueso frontal también forma la mayor parte del piso de la fosa craneal anterior. La parte del hueso frontal cerca de la línea media es hueca. Este espacio hueco es el seno frontal, uno de los senos paranasales, que miraremos en breve. Ahora observaremos el hueso cigomático.
El hueso cigomático constituye la prominencia ósea de la mejilla. También forma la región ínfero-lateral del margen orbitario y esta parte de la pared lateral orbital. El hueso cigomático se extiende hacia atrás uniéndose con la apófisis cigomática del hueso temporal, formando el arco cigomático. Ahora iremos hacia adelante y miraremos el maxilar.
Aquí está el maxilar. El maxilar derecho e izquierdo se unen en la línea media. Cada lado del maxilar constituye la parte medial más inferior del margen orbital, y casi todo el piso de la órbita. El maxilar sostiene los dientes superiores. Sobre la parte inferior forma gran parte del paladar duro.
El maxilar es hueco. Contiene el más grande de los senos paranasales, el seno maxilar. Para ver la parte posterior del maxilar, retiraremos el arco de cigomático. Aquí está la parte posterior hueca del maxilar. Aquí abajo el maxilar se une al hueso que está detrás de él, el hueso esfenoides.
Aparte de esta unión, el maxilar está separado del esfenoides por esta impresionante cavidad, dividida en una fisura vertical y otra horizontal. La parte vertical de la cavidad es llamada la fisura de pterigo-maxilar. La parte horizontal de la cavidad es llamada fisura orbital inferior.
La fisura orbital inferior – que vemos desde la parte anterior – separa el piso de la órbita, formado por el maxilar, de la pared lateral formada por el hueso esfenoides.