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Ya que hemos visto una vértebra típica, observemos las características diferentes y especializadas de las vértebras, comenzando con las cervicales, continuando con las torácicas, y siguiendo con las lumbares.
Aquí encontramos una vértebra cervical típica, la cuarta. Su cuerpo es pequeño. La superficie superior del cuerpo es curva, más o menos en forma de silla de montar. La superficie inferior tiene la misma curvatura inversamente.
El agujero vertebral es grande y triangular. El arco neural está formado principalmente por dos láminas rectas. Los pedículos son cortos. Las apófisis espinosas son pequeñas, y terminan bifurcadas.
Las carillas articulares superiores, miran hacia arriba y adentro, las inferiores se dirigen hacia abajo y adelante. La masa ósea entre las carillas articulares se denomina pilar articular.
Las apófisis transversas emergen de los lados del cuerpo vertebral, y también de aquí, del pilar articular. La apófisis transversa de una vértebra cervical tiene un agujero, el agujero transverso, por el cual pasa la arteria vertebral.
La apófisis transversa tiene forma de canal, apuntando hacia abajo. Termina en dos tubérculos, uno anterior, y uno posterior, donde se insertan los músculos escalenos.
De las siete vértebras cervicales, las dos primeras, el atlas y el axis, difieren de las otras en varias maneras. Las observaremos con más detalle en el volumen 4 de este Atlas. La séptima vértebra cervical tambien se diferencia de las otras, en que tiene una larga apófisis espinosa que termina en una sola punta y forma esta pequeña prominencia en la parte de atrás del cuello.
Las vértebras cervicales forman la parte mas móvil de la columna, debido en parte a la forma curva de sus cuerpos, que permite fácilmente la flexión y extensión y en parte por la pequeña pendiente de sus carillas articulares, que facilita la flexión lateral. Los movimientos que pueden ocurrir en la columna cervical son flexión anterior, extensión y flexión lateral, para un lado o para el otro.
La rotación también ocurre en el cuello. Casi toda ocurre en las especializadas articulaciones entre el axis y el atlas, las cuales observaremos en el video que trata de cabeza y cuello, en el Volumen 4 de este Atlas. En ese video también observaremos la forma en que el atlas se articula con el hueso que forma la parte inferior del cráneo, el hueso occipital. Las articulaciones entre el hueso occipital y el atlas son llamadas las articulaciones atlanto-occipitales.
Ahora veremos las características especiales de las vértebras torácicas. Los cuerpos de las vértebras torácicas se vuelven más grandes progresivamente de arriba hacia abajo, tal como ocurre desde arriba hasta abajo de la columna vertebral.
Cada vértebra torácica se articula con un par de costillas. A cada lado, la vértebra se articula con una costilla en dos puntos: aquí al final de la apófisis transversa, y acá donde el pedículo se conecta con el cuerpo. Veremos las costillas en la segunda
Las apófisis transversas de las vértebras torácicas apuntan hacia los lados, las apófisis espinosas apuntan hacia abajo, superponiéndose la superior sobre la inferior. Las carillas articulares son casi verticales: Las superiores se dirigen casi totalmente
Sólamente hay un pequeño movimiento entre las vértebras torácicas, en parte debido a la presencia de las costillas, y en parte debido a la forma en que están dispuestas las apófisis espinosas.
Los movimientos posibles, son pequeñas cantidades de flexión anterior, flexión lateral, y quizás sorprendentemente, rotación.